Los niveles de idiomas siempre estuvieron conectados con los exámenes internacionales. Por lo tanto, por cada examen, había distintos niveles. Para algunos, había seis, para otros diez, para otros cinco. Algunos los llamaban de una manera, otros de otra. Para echar un poco de luz a todo este tema, el Consejo de Europa se propuso armar un esquema de niveles que fuera referencia para todos los idiomas del mundo, independientemente del examen que se rindiera para acreditarlos. Así nació el Marco Común Europeo de Referencia para las lenguas.
El Marco Común Europeo de Referencia para las lenguas (MCER) es el estándar internacional que define la competencia lingüística. Se utiliza en todo el mundo para definir las destrezas lingüísticas de los estudiantes en una escala de niveles desde un A1, nivel básico, hasta un C2, para aquellos que dominan el idioma de manera excepcional.
El MCER divide a todos los idiomas en tres niveles de usuarios: A (usuario básico), B (usuario independiente) y C (usuario competente). A su vez, cada nivel de usuario está dividido en dos. El nivel de usuario básico está dividido en dos: A1 y A2; el de usuario independiente en B1 y B2 y el de usuario competente en C1 y C2. Para aquellos niveles en los que se requiere mayor carga horaria se agregan los “+”; es decir: B1+; B2+, por ejemplo.
Se considera que el nivel A1 (Acceso) es el nivel más bajo del uso de la lengua. El alumno puede:
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puede interactuar de forma sencilla,
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sabe plantear y contestar preguntas sobre sí mismo, sobre el lugar donde vive, sobre las personas que conoce y sobre las cosas que tiene;
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realiza afirmaciones sencillas en áreas de necesidad inmediata o relativas a temas muy cotidianos y
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sabe responder a cuestiones de ese tipo cuando se las formulan a él.
En el nivel A2 (Plataforma), el alumno:
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sabe utilizar las formas habituales de saludar y de dirigirse a los demás amablemente;
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saluda a las personas, pregunta cómo están y es capaz de reaccionar ante noticias;
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se desenvuelve bien en intercambios sociales muy breves;
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sabe cómo plantear y contestar a preguntas sobre lo que hace en el trabajo y en su tiempo libre;
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sabe cómo hacer una invitación y responder a ella;
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puede discutir lo que hay que hacer, adónde ir y preparar una cita;
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es capaz de hacer un ofrecimiento y aceptarlo.
El nivel B1 (Umbral) tiene dos características principales. La primera es la capacidad de mantener una interacción y de hacerse entender en una variedad de situaciones; por ejemplo:
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generalmente comprende las ideas principales de los debates extensos que se dan a su alrededor siempre que el discurso se articule con claridad en nivel de lengua estándar;
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ofrece y pide opiniones personales en un debate informal con amigos;
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expresa de forma comprensible la idea principal que quiere dar a entender; utiliza con flexibilidad un lenguaje amplio y sencillo para expresar gran parte de lo que quiere;
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es capaz de mantener una conversación o un debate, pero a veces puede resultar difícil entenderle cuando intenta decir exactamente lo que quiere.
La segunda característica es la capacidad de saber cómo enfrentar de forma flexible problemas cotidianos, como, por ejemplo:
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se enfrenta a situaciones menos corrientes en el transporte público, a las típicas situaciones que suelen surgir cuando se realizan reservas para viajes a través de una agencia o cuando se está viajando;
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participa en conversaciones sobre asuntos habituales sin haberlo previsto;
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es capaz de plantear quejas;
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toma la iniciativa en una entrevista o consulta, etc.
El nivel B2 (Intermedio): “habiendo progresado lenta pero constantemente por la meseta intermedia, el alumno ve que ha llegado a alguna parte, que las cosas parecen distintas, que adquiere una perspectiva, que puede mirar alrededor de una forma nueva”. Una de las características de este nivel es que el alumno puede argumentar con eficacia:
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es capaz de explicar y defender sus opiniones en un debate, proporcionando explicaciones, argumentos y comentarios adecuados;
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explica su punto de vista sobre un asunto de actualidad exponiendo las ventajas y las desventajas de varias opciones;
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sabe cómo construir una cadena de argumentos razonados;
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desarrolla un argumento ofreciendo razonamientos que apoyen o refuten un punto de vista concreto;
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explica un problema y deja claro que su homólogo en una negociación debe realizar una concesión, etc.
Otra de las características es que puede desenvolverse con soltura socialmente:
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conversa con naturalidad, fluidez y eficacia; comprende detalladamente lo que se le dice con un nivel de lengua estándar incluso en un entorno ruidoso;
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sabe cómo iniciar el discurso, tomar el turno de palabra cuando le corresponde y terminar una conversación cuando es necesario, aunque puede que no lo haga siempre con elegancia;
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utiliza frases hechas para ganar tiempo
Y, por último, tiene un mayor grado de conciencia de la lengua:
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es capaz de corregir equivocaciones y errores que den lugar a malentendidos;
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toma nota de los errores frecuentes y realiza un seguimiento consciente del habla para localizarlos;
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en general, es capaz de corregir deslices y errores si es consciente de ellos;
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planifica lo que va a decir y cómo decirlo, considerando el efecto que surtirán sus comentarios en el oyente u oyentes.
El nivel C1 es de dominio operativo eficaz. El alumno tiene un buen acceso a un repertorio lingüístico amplio. Esto permite una comunicación fluida y espontánea.
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se expresa con fluidez y espontaneidad, casi sin esfuerzo.
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Tiene un buen dominio de un repertorio léxico extenso que le permite superar sus deficiencias fácilmente con circunloquios.
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Apenas se hace notable la búsqueda de expresiones o de estrategias de evitación;
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sólo un tema conceptualmente difícil puede obstaculizar la fluidez natural de su discurso.
El nivel C2 no implica una competencia de hablante nativo o próxima a la de un nativo. Lo que pretende es caracterizar el grado de precisión, propiedad y facilidad en el uso de la lengua que tipifica el habla de los alumnos brillantes.
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es capaz de transmitir sutiles matices de sentido de forma precisa utilizando, con razonable corrección, una amplia serie de mecanismos de modificación;
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tiene un buen dominio de expresiones idiomáticas y coloquiales, siendo consciente del nivel connotativo del significado;
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sabe cómo sortear dificultades con tanta discreción que el interlocutor apenas se da cuenta.
Cuando hablamos de niveles, uno inmediatamente asocia con niveles de inglés, pero este Marco también se aplica al idioma portugués, al francés, al italiano y al español mismo, entre otros.
Para más detalles:
https://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/marco/cvc_mer.pdf